Comercial, extravagante, o más bien excéntrico, y amigo de las celebrities de su generación.
Estas son las primeras palabras que me vienen a la cabeza cuando pienso en Warhol y quizá por ello me he resistido hasta hace un par de semanas a ver la exposición que hasta el 6 de mayo podemos ver en Madrid en CaixaForum.
Sin embargo he de decir qué ha merecido la pena ver la selección de la obra de Warhol. He encontrado más trabajo manual del que esperaba. Para mi sorpresa he encontrado que las famosas pinturas de Marilyn no son simples reprografías. Cada párpado del mito ha sido tocado por el pincel de Warhol. He encontrado más acrílico, más pincel, más artista de lo que esperaba.
También es cierto que existen algunas partes inquietantes en esta exposición cómo las piezas audiovisuales.
El arte mecánico de Andy Warhol reclama la creación y el proceso creativo como expresión del arte. La máquina al servicio de la producción artística, forma parte del proceso creativo. Por qué el empleo de la máquina invalida a la obra para que sea considerada como arte?
En definitiva recorriendo la exposición se puede leer un trocito de nuestra historia más reciente. La vida enlatada, la estandarización de la moda y de los hábitos.
Y una curiosidad acerca de los vestidos que podéis encontrar en la exposición, os dejo un enlace